lunes, 20 de marzo de 2017

Uso correcto de animales en investigación



Los animales han sido utilizados a lo largo de varios años como modelos de experimentación en los cuales se han ensayado millones de sustancias que se esperan que de una u otra forma sean capaces de generar algún beneficio en los seres humanos; sin embargo, las cantidades desproporcionales de animales utilizados con dicho fin, han permitido que organizaciones y los mismos investigadores en aras de hacer un uso responsable y justificado de ellos, hayan buscado reducir las cantidades de animales o en su defecto han buscado métodos alternativos con los cuales evitar su uso.


Si bien, fue justificable que en épocas anteriores se hiciera uso de grandes cantidades de animales con el fin de evaluar la eficacia y seguridad de alguna sustancia o producto, debido a los recursos informáticos limitados que se disponían, hoy en día este tipo de acciones van en contra de los principios éticos, ya que se dispone de gran cantidad de tecnología, recursos bibliográficos y demás fuentes que pueden ayudar a encontrar alternativas para hacer un ensayo o en su defecto justificaran que  la utilización de menos ejemplares significara un resultado igual de concluyente. 


Es por ello que es fundamental realizar las investigaciones necesarias antes de decidir que la única opción para un ensayo es la utilización de un animal, si este es el caso debe hacerse un estudio a conciencia en el cual se determine el número exacto de ejemplares a utilizar para que los resultados obtenidos puedan decirse que son lo suficientemente representativos. 


El bienestar de los animales utilizados en la investigación es muy importante, existen suficientes razones éticas, científicas, legales y económicas para asegurarse de que los animales se cuidan adecuadamente y se utilizan en un número mínimo. A partir de lo anterior, surgió el principio de las tres erres, creado en los años 60, el cual plantea el reemplazo, reducción y refinamiento, como pilares fundamentales en el uso adecuado de animales para la investigación. En él se entiende como reemplazo, el buscar alternativas de ensayos en las que no se necesiten animales, por ejemplo, el uso de técnicas in – vitro, químicas, físicas o computarizadas.  


Reducción, propone la utilización de la cantidad mínima de animales que permitan obtener resultados científicos satisfactorios o la elección de especies más adecuadas; aquí es importante tener estrategias como las de compartir animales y mejorar las estadísticas y por último el refinamiento tiene como objetivo asegurar técnicas con las cuales se reduzca el dolor del animal, por ejemplo:  disminuir la invasividad, mejorar los instrumentos  con el fin de minimizar el estrés del animal, analizar pequeños volúmenes de muestras,  usar medicamentos como analgésicos o anestésicos, etc. Adicionalmente se debe considera que, si el animal presenta una enfermedad dolorosa o mortal, debe dársele una muerte digna antes de que presenten síntomas severos.


Por otro lado, es indispensable que los ensayos con animales planteados como única opción, siempre estén justificados. Es por ello que cualquier investigador que planea utilizar animales en su investigación debe primero mostrar que no hay alternativa y qué se hará para minimizar el número y el sufrimiento


El adecuado diseño experimental y el análisis estadístico del proyecto de investigación propuesto permiten utilizar el número óptimo de animales. Si se utilizan muy pocos animales, entonces puede que los resultados no sean fiables y el experimento deba repetirse, utilizando más animales, pero, si se utilizan demasiados animales, los resultados son fiables, pero la vida animal se ha desperdiciado. Un buen diseño experimental minimizará la variabilidad y reducirá los sesgos.


Es importante que antes de su ejecución se hayan agotado todos los recursos disponibles y que las decisiones las tomen equipos profesionales interdisciplinarios, con el fin de conocer todos los puntos de vista y escoger la decisión más adecuada, no solamente buscando el beneficio del proyecto sino también para mantener el bienestar de los animales durante el desarrollo del mismo.  Es por esto que se sugiere que las investigaciones estén acompañadas por comités de ética independientes en los cuales se evalúen todos los ensayos que implican seres vivos, con el fin de minimizar los daños a los cuales se ven expuestos y sobretodo hacer un uso responsable de cada uno de ellos.


En conclusión, si bien es cierto que en ocasiones se necesita el uso de animales para realizar ciertos ensayos, ya sea porque no se ha encontrado un modelo más eficaz para evaluar ciertos tipos de muestras, el hacer un uso coherente del número de animales a utilizar, hará que no se expongan cantidades de seres vivos al dolor y al sufrimiento producto de la aplicación de estas sustancias.


Debemos comprender que, si bien nos creemos seres superiores debido a nuestra capacidad de razonar, no debemos convertir esto en una ventaja para hacer un uso indiscriminado de los animales, ellos al igual que nosotros sentimos dolor ante muchas cosas y así como a nosotros no nos gustaría ser utilizados como experimento, hay que darles los mejores cuidados y atenciones que se merecen con el fin de disminuir sus dolores. Se debe sacar la mayor cantidad de información posible luego de utilizarlos, con el fin de no tener que repetir pruebas o en su defecto hacer uso de nuevos animales sabiendo que los utilizados anteriormente aún podrían servirnos y lo más importante es no alargar su sufrimiento hasta la hora de aplicarles la eutanasia.


Teniendo en cuenta que los animales utilizados en ensayos no pueden dejarse vivos ya que podrían constituir un riesgo sanitario, si se debe tener definido antes de iniciar el experimento la técnica de eutanasia a utilizar una vez haya finalizado la investigación, esto con el fin de contemplar todas las variables que se puedan presentar y evitar al máximo un sufrimiento adicional al animal.


Existen diversas organizaciones dedicadas a la investigación de métodos alternativos y a la protección de los animales usados para investigaciones científicas, entre ellas el Centro Nacional para las 3Rs, creado por el gobierno británico en 2004, el cual financia la investigación y promueve el intercambio de ideas, información y mejores prácticas asociadas con la experimentación en animales.

Bibliografía

1 1. Understanding Animal Research. (2014). The three Rs. 16/03/2017, de Understanding Animal Research Sitio web: http://www.understandinganimalresearch.org.uk/
22. COSCE. (2015). DOCUMENTO COSCE SOBRE EL USO DE ANIMALES EN INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA. 16/03/2017, de COSCE Sitio web: http://www.cosce.org/pdf/documento_cosce_comision_animal_research.pdf


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