sábado, 8 de abril de 2017

Riesgo microbiológico por mal uso de los productos cosméticos



El pensamiento erróneo que tiene el consumidor sobre la seguridad que presentan los productos cosméticos ha conllevado a que se generen problemas de salud relacionados con ellos. El hecho de que las legislaciones de países u organismos gubernamentales los cataloguen como productos de bajo riesgo, hacen prever que su seguridad es muy alta y es por ello que muchas veces el consumidor no dimensiona los efectos negativos que pueden ocurrir con el uso de algún producto cosmético.

Si bien, la clasificación de bajo riesgo que presentan no es el problema, quizás sí debería hacerse un poco más de educación con el consumidor con el fin de poderle enseñar no solo la forma adecuada de utilizarlo, sino también explicarle aspectos básicos como el almacenaje que se le debe dar al producto y por ende que acciones no deberían hacerse, como por ejemplo adicionar ingredientes en el producto con el fin de aumentar la eficacia del mismo. 

Aunque muchos fabricantes se excusan en que el modo de uso del producto viene expuesto en la etiqueta, es cierto que muchas veces este tipo de información es omitida por el consumidor ya que viene incluida con datos que resultan insignificantes para él y en ocasiones la información es demasiado extensa dando como resultados tamaños de letras pequeñas que hacen poco interesante la revisión de la misma por parte del consumido.

Así mismo, es importante señalar que no se hacen campañas de educación por parte de los fabricantes y entidades de vigilancia que permitan proteger al consumidor de posibles problemas de salud que se puedan generar con el uso de cosméticos. La publicidad no debería hacerse simplemente con fines de generar ganancias con la venta de un producto sino también debería enfocarse en motivar al consumidor a que reporte cualquier problema que presente, a que aprenda a identificar productos falsificados o productos dañados.

En cuanto a la identificación de productos dañados, muchas veces este tipo de acciones se da por el uso inadecuado que se le da al producto, lo cual genera una alteración de las propiedades fisicoquímicas que muchas veces son fáciles de identificar debido al cambio de color o de apariencia que suele sufrir el cosmético, pero en ocasiones este tipo de alteraciones no se manifiesta por cambios físicos lo cual pone en riesgo la salud del consumidor.

La mayoría de agentes que están asociados con la contaminación de un cosmético puede ser impurezas propias de los ingredientes, las cuales no son retiradas o no se disminuyen sus cantidades para lograr límites de aceptación, así mismo, existen otro tipo de agentes contaminantes llamados  microorganismos, los cuales se pueden adherir a la formulación a lo largo de la cadena de fabricación, es por ello que se deben establecer los puntos críticos en los cuales sea obligatorio hacer la evaluación de la presencia de estos seres, este tipo de evaluación puede ser cualitativa y cuantitativa.

Controles de este tipo le permitirán al fabricante generar productos seguros y estables, sin embargo, bien es cierto que para fijar la estabilidad del producto, se debe tener en cuenta el tiempo en el que este permanece almacenado hasta que llega y es usado por el consumidor el cual suele ser bastante extenso, es por ello que se debe incluir en la formulación ingredientes que permitan mantener esta característica  durante todo este  tiempo, es por ello, que se suele agregar un sistema preservante con el fin de mantener en condiciones óptimas el producto para que pueda ser usado por el consumidor sin llegarle a producir ningún tipo de problema de salud.

Sin embargo, es bueno resaltar que, aunque muchas veces el fabricante se esmere en diseñar una fórmula adecuada y ajustar en ella el sistema preservante más compatible y eficiente, el simple hecho de que el consumidor haga un mal uso del producto puede dañarlo completamente, generando no solo la perdida de la eficacia del mismo sino pudiendo colocar en riesgo su salud.

Es todo esto, lo que hace que necesario establecer campañas que enseñen al consumidor a realizar un uso correcto del cosmético, en las que se expongan las consecuencias de aspectos como dejar el envase destapado, hacer adición de agua, tener deficientes condiciones higiénicas y almacenar en condiciones inadecuadas de temperatura y humedad, aspectos básicos como los anteriores contribuirán a evitar una degradación del producto, viéndose comprometida su calidad y la seguridad de uso.

Estas prácticas son de vital importancia ya que muchas formulaciones contienen un elevado porcentaje de agua y a que muchos de los ingredientes utilizados pueden ser degradados biológicamente por microorganismos, como lo son los carbohidratos, péptidos, proteínas, vitaminas, etc. Es por ello que se deben evitar proporcionar condiciones ideales de contenido en agua, oxígeno y nutrientes, necesarios para el adecuado desarrollo de los microorganismos. 

En conclusión, se hace necesario encontrar el equilibrio entre la eliminación de la contaminación microbiana asegurando condiciones ideales de fabricación y manipulación e incentivando al consumidor a hacer un uso adecuado del producto que permita mantener su calidad e inocuidad para que satisfaga sus necesidades como consumidor, a la vez que  resulten seguros en condiciones normales de utilización.
 
Bibliografía
1.        Sonia Leranoz. (2002). Conservantes cosméticos. ELSEVIER, 21, 74-77.





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